INTRODUCCIÓN
El presente ensayo que se realizara, trata sobre un tema
interesante como lo es la globalización y el comercio internacional, en el
desarrollo del mismo, se abordaran con la finalidad de aprender y ampliar las
ideas sobre este tema un breve recuento de los inicios de la globalización así
como unos conceptos básicos, se expondrá en qué consiste, hasta llegar a formar
una opinión objetiva del tema a tratar, y de la influencia que tiene la globalización sobre el comercio
internacional, debido a que es un
fenómeno interesante de estudiar, ya que, comienza en los países
industrializados y se expande al resto del mundo seduciendo los mercados y
sobre todo a las principales economías del mundo.
Es importante destacar que el
libre comercio de la globalización no sólo se relaciona al libre tránsito de
capitales sino que también se refiere al libre movimiento de bienes y personas.
Por lo tanto los defensores de esta teoría, consideran inadmisible, como se ha
visto, las barreras aduaneras y tratos preferenciales que los países
desarrollados aplican o practican cuando así les conviene.
Pero estas son algunas de las
contradicciones que tiene este tema tan neurálgico que aun no tienen respuesta
de fácil comprensión, puesto que está supeditada a los intereses de quienes
aplican ciertas medidas proteccionistas aun cuando propugnan el libre comercio.
“Somos cultura que camina en un mundo globalizado”, frase que corona la pintada de la imagen, tomada en la localidad
de Humauaca en el norte de Argentina.
Todos los puntos a ser tratados en el siguiente ensayo son,
de vital importancia en el desarrollo profesional y personal como estudiantes
ávidos de conocimientos.
LA GLOBALIZACIÓN Y EL COMERCIO
INTERNACIONAL
Para comenzar con el presente ensayo se tocara una pequeña parte de la
historia de la globalización entendiendo que el mismo es un proceso que se sustancia en el liberalismo económico, según
se pudo investigar la
globalización no es una tendencia totalmente nueva. De hecho, ha formado parte
de la historia humana desde tiempos remotos, cuando poblaciones muy dispersas
se involucraron progresivamente en relaciones económicas más abiertas y
complejas. En la era moderna, la globalización disfrutó de un florecimiento
temprano hacia finales del siglo XIX, principalmente entre los países que hoy
son desarrollados o ricos. Ese temprano despuntar de la globalización se
revirtió en la primera mitad del siglo XX, época de creciente proteccionismo en
un contexto de amargas luchas nacionales y de poderío, guerras mundiales,
revoluciones, auge de ideologías autoritarias y gran inestabilidad económica y
política.
El termino comenzó a profundizarse
hacia finales de la década de los 60, y principios de la década de los 70,
periodo en el cual el sistema internacional
tuvo una creciente interdependencia económica, política. El uso de dicho
concepto se extendió y diversifico en la década de los 80, penetrando campos
tan diversos como la economía, la ciencia política, la sociología, las
relaciones internacionales y las artes. Lo cual fue posible debido a las
innovaciones tecnológicas y a la difusión de medios de comunicación masiva.
En los últimos cincuenta
años, el curso de los acontecimientos ha cambiado nuevamente favoreciendo una
mayor globalización. Las relaciones internacionales se han calmado (al menos en
comparación con la mitad de siglo anterior), y parte de este proceso de
globalización ha sido fundamental, la participación que ha tenido la creación y
consolidación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), anterior GATT, que
proporcionan un marco reglamentario para que los países manejen sus políticas
comerciales y sirven de intermediarios para resolver pacíficamente las
diferencias de comercio entre los países miembros de dicha organización.
Para continuar el presente ensayo, es propicio mencionar el concepto de globalización que
según Isidro Morales en su artículo “Globalización y regionalización. Hacia la
Construcción y gestión de un nuevo orden económico internacional, establece que
la globalización remite a un estado de interdependencia compleja, en donde los procesos particulares,
sean estos económicos, políticos, financieros e incluso socioculturales
interactúan con procesos transnacionales, ya sea en forma de refuerzo o
confrontación. La globalización resulta así un proceso de interacción entre lo
particular y lo general en campos específicos de relaciones internacionales
sobre todo en la esfera financiera, productiva, comercial política y cultural”.
También es oportuno definir el comercio internacional, que según la
revista Comercio Internacional.com.mx, señala “que el comercio internacional
hace referencia al movimiento que tienen los bienes y servicios a través de los
distintos países y sus mercados. Se realiza utilizando divisas y está sujeto a
regulaciones adicionales que establecen los participantes en el intercambio y
los gobiernos de sus países de origen. Al realizar operaciones comerciales
internacionales, los países involucrados se benefician mutuamente al posicionar
mejor sus productos, e ingresar a mercados extranjeros”.
Algunos autores, sostienen que la
globalización comenzó con la expansión del comercio internacional y otros que el comercio internacional es a la
vez causa y efecto de la globalización, cualquiera que sea la postura que se
apoye, lo que se tiene que tener en cuenta, es que ambas tienen un proceso
cíclico de retroalimentación caracterizado por el incremento de su velocidad en
los flujos comerciales, mayor que el experimentado por la producción de bienes
y servicios.
La creciente globalización de la economía mundial obedece a hechos
irreversibles. Como es el adelanto científico, tecnológico y especializado de
los medios de producción así como en las comunicaciones y los transportes ha
sido acelerado, y ha reducido drásticamente los costos de movilizar mercancías
de manera continua e incontenible de los mercados.
También se pudo
indagar, que el Comercio Internacional ha jugado un papel fundamental en el
desarrollo de la historia económica de la Humanidad. Sobre todo, ha sido un
fenómeno muy ligado al desarrollo del Capitalismo como Régimen Socio-Económico
y Político. Sus orígenes se remontan a los siglos XIV y XV, donde las pequeñas
Ciudades Estados del actual territorio Italiano, Génova y Venecia
intercambiaban sus productos de manera permanente. De esa manera el Comercio
Internacional nace con el intercambio de los excedentes, cada vez mayores,
debido al aumento de las fuerzas productivas que generaban aquellas
organizaciones.
Las principales teorías que explican en la actualidad el
desarrollo del Comercio Internacional se basan en: El liberalismo, y el
proteccionismo.
La globalización comenzó con la expansión del comercio internacional
que sigue siendo el mecanismo clave para su avance. Los países y las empresas
no tienen más remedio que comerciar unos con otros. Ahora se trata de
organizarlo de tal manera que todos puedan ganar, tal y como predice la teoría
clásica del comercio libre, y como demanda la justicia y la solidaridad
internacional.
Los problemas aparecen, cuando los países en vías de desarrollo,
emergentes, o simplemente pobres, los cuales, siguiendo los consejos de los
organismos internacionales, han liberalizado sus intercambios comerciales y han
adoptado el modelo de un desarrollo impulsado por las exportaciones, quieren
acceder a los mercados ricos, que son obviamente los más apetecibles. Entonces
se encuentran que no pueden vender en ellos en la medida que sería precisa para
que el modelo funcione. Así la nueva vía para el desarrollo se convierte en un
callejón sin salida.
El ejercicio actual del derecho de los pueblos a vender es
inmoralmente desigual. Y no sólo porque los países ricos tengan más cosas y más
apetecibles que vender, sino porque los países pobres encuentran multitud de
barreras para vender las suyas en los primeros.
La única forma de no ahogar económicamente a los países en
desarrollo es abrir los mercados de los países ricos a todos los productos sin
excepción de los países en vías de desarrollo, entendiendo esta categoría de
países en un sentido amplio y generoso.
El comercio internacional es necesariamente una relación de
exportadores e importadores.
La libertad de exportar no suele presentar problemas de conciencia,
pero la mención de la libertad para importar desata pasiones.
Así como las exportaciones amplían el mercado nacional, crean nuevas
oportunidades de empleo, fomentan las economías de escala, la especialización y
el aumento de la productividad y de los salarios, las importaciones, por el
contrario, entran en competencia con los bienes y servicios que se producen
localmente y afectan a los intereses de los productores nacionales de todas
estas cosas.
Por tanto lo ideal sería exportar mucho e importar lo menos posible,
quizá solamente aquello que nadie produce en el país, lo cual, naturalmente
para los países en vías de desarrollo es pedirle mucho ya que carecen de plataforma tecnológica productiva y
competitiva.
El comercio entre países ricos y países pobres, el “comercio
desigual”, tiene para éstos unas desventajas que no debieran existir en un
comercio equilibrado y justo, como todos deseamos.
La ausencia o disminución del comercio en el mundo perjudica más a
los países pobres que a los ricos, que suelen ser mercados bastante
autosuficientes, grandes y muy diferenciados. Los pobres en cambio, con
mercados nacionales estrechos, tienen poco campo para las economías de escala,
la especialización y el aprendizaje.
Sin embargo, no existe unanimidad en
cuanto a las opiniones que genera todo lo concerniente con el proceso de desarrollo
de la globalización.
Para algunos, la aparición de la
globalización está conduciendo a intensificar las desigualdades entre los que
tienen más y los que tienen menos o no tienen. Para otros, la globalización es
un producto de la inventiva humana que ha contribuido a un dinamismo increíble
de la economía mundial. “Para la mayoría de las opiniones oídas en las cumbres
de Davos (International Economic Forum), cuyo tema estrella en los últimos años
es la globalización, es considerada como un proceso inevitable, que ha entrado
de forma natural en los ámbitos de la información, el conocimiento y el
capital, quedando, sin embargo, otras áreas sociales definidas por las lenguas,
la cultura y la historia, fuera de su influencia”.
Cada rincón del mundo
está sometido, cada vez en mayor medida, a comunicaciones comerciales,
culturales, sociales, etc. La conciencia de los individuos converge hacia la
globalización del consumo. Sin embargo, esto no impide que avance la
fragmentación de los mercados. Los segmentos de clientes ya no son discretos o definidos;
ahora son como aves migratorias con numerosas preferencias de segmentos
simultáneos. En la globalización las empresas dispersan parte de sus procesos
de producción a diversos lugares del mundo para sacar ventajas en los costes y
calidad de los factores de producción. El mundo se aleja de un sistema
económico en el que los mercados nacionales son entidades diferenciadas, que se
encuentran aisladas entre sí por barreras comerciales y limitaciones
espaciales, temporales y culturales.
No obstante, no se trata
de de establecer una opinión inquisidora a cerca de las bondades o no de
la globalización, o de decir si es buena
o no para la humanidad en todo su conjunto, pues en la globalización no existe
nada tan bueno que sea imprescindible y no existe nada tan malo que sea
abominable, todo depende de la situación y en el contexto en el que se estudie,
de lo que se trata es de conseguir los puntos favorables y fortalezas de este
sistema económico de intercambio internacional, que ha sacudido al mundo con sus
virtudes y defectos y de tomarlo con la mayor conciencia posible para el
beneficio de las negociaciones comerciales, que vayan en pro de mejorar la
calidad de vida de las poblaciones y que generen ingresos justos y productos
óptimos a los participantes del comercio internacional (compradores y
vendedores) y a sus beneficiarios finales.
CONCLUSIÓN
La globalización es un
fenómeno que ha envuelto las economías del mundo y la teoría en que se sustenta
ha sido seriamente cuestionada por muchos estudiosos y economistas. Ha sido
vinculada a las debacles financieras y escándalos de empresas que se
consideraban económicamente estables y poderosas por su volumen de
comercialización y gozaban de prestigio a nivel mundial, muchos opositores a
este sistema acusan al fenómeno de la globalización de buscar el bien de solo
un grupo privilegiado de inversionistas en detrimento del bienestar y beneficio
de la mayoría de sociedad.
Es por ello, que si bien
hablar de globalización y de comercio internacional como la solución a las
necesidades de los países comercialmente más desvalidos o en vías de desarrollo
es casi como una utopía, aunque no del todo. Pero si es cierto, que es
complicado asociar estas filosofías de vida, comercio e intercambio con el
bienestar común donde se logre un intercambio justo y equilibrado, por tanto,
se trata de introducir ética al comercio de manera de lograr cada vez más, un
universo éticamente globalizado y comercialmente más prospero en donde todos
tengan las mismas posibilidades de comercializar sus productos en igualdad de
condiciones, donde se tome más en cuenta la sociedad menos favorecida
económicamente, y está ya no sea explotada por los grandes empresarios que
mueven la gran masa de dinero y comercio en el mundo, que las empresas sean más
transparentes y menos ambiciosas, y que sus inversiones estén dirigidas a
producir ganancias pero también a pensar éticamente en el ser humano, la
sociedad y hasta en la sustentabilidad y sostenibilidad del mismo planeta.
Autora: Ochoa